La hora del escarnio

Trabajos de la clase de Periodismo de Opinión de la P.U.J.

12F


¡Tres millones!

¡Tres millones!

¡Tres millones!

Así recibió Venezuela los resultados de las elecciones primarias del 12 de febrero. Todos sabían que ganaba Henrique Capriles. Por eso los aplausos, al anunciar su triunfo con un millón ochocientos mil votos, no incluyeron sorpresa ni demasiada emoción: era la rectificación de lo asumido. Por el contrario, los gritos y aplausos que se oyeron cuando se anunció que se habían contado casi tres millones de votantes llevaban una carga emocional enorme.

Los venezolanos demostramos hoy que el letargo cívico y político en el que habíamos entrado comienza a levantarse. La Mesa de la Unidad demostró que la oposición puede hacer grandes cosas, a pesar de sus errores en el pasado. El pueblo venezolano se paró a votar porque entiende la importancia de las elecciones presidenciales del 7 de octubre pero, sobre todo, porque entiende lo importante que es darle su confianza a un nuevo jugador político que representa el cambio.

Pero Henrique Capriles no es el cambio revolucionario que prometió Chávez hace 13 años –y que, sin duda alguna, logró cuando dividió a los venezolanos en dos bandos llenos de odios y miedos. El cambio del candidato de la Unidad es simplemente la vuelta a la normalidad, la vuelta al rumbo que perdimos cuando elegimos a Chávez presidente.

Capriles dijo en su discurso que aspira ser el presidente de todos los venezolanos, poder gobernar para todos. Y es que solo si logra que realmente todos los venezolanos sientan que gobernará para ellos, tendremos un chance de ganarle a Chávez en octubre.  No se puede olvidar que el apoyo de Chávez encuentra su fuerza entre aquellas personas que se sintieron desprotegidas –porque lo estuvieron- durante los años en que gobernaron AD y Copei. Si Capriles no logra que esa gran mayoría del pueblo venezolano se sienta identificado con él, no logrará tampoco la victoria.

El 12 de febrero es un día de esperanza, pero no podemos olvidar que es un día de significado político. Chávez escuchó, como todos, los gritos de la gente que celebraba: ¡tres millones! ¡tres millones!. La Unidad tiene que amarrase los pantalones y estar preparada para cualquier reacción de nuestro cuasi-esquizofrénico presidente. Y, sobre todo, Capriles tiene que seguir pateando Venezuela, seguir convenciendo a la gente de que nos representa a todos, no solo a la oposición. Seguir insistiendo en que no hay espacio para los odios, que su proyecto significa la unión de todos los venezolanos en un solo bando, que nadie se quedará por fuera, como sucedió durante los años de AD y Copei.

Dicen que los pueblos olvidan su historia y por eso la repiten. Pero el olvido que sufrió la gran mayoría de los venezolanos durante años no se les borrará fácilmente de la memoria. Capriles tiene que establecer tanta distancia como pueda con el pasado y apostar por un futuro nuevo que sea, sobre todo, incluyente.

 

Daniella Mendoza.

A quien creerle


Definitivamente yo no me haría  la operación de senos, prefiero que  las mujeres se vean como  “ganchos”.  Igual no veo ningún problema ni critico a  las mujeres que se quieren ver bustonas.  Tanto que no puedo negar mi preocupación por el género,  mis  amigas, compañeras,  profesoras y  en general por todas las mujeres que algún día con el interés de verse mejor se sometieron a la cirugía de implantes mamarios, y especialmente ahora que tienen las supuestas “siliconas cancerígenas”
Al oír el escandalo,  los rumores  provocados por el programa de Pirry y  los chismes de pasillos hasta yo me alarme que no las tengo puestas. Según el Invima  hay aproximadamente 14 mil 800 mujeres en el país con las prótesis PIP.  Muchas de ellas sin saber que hacer pues gracias a  la  avalancha de sugerencias y recomendaciones se encuentran  indecisas  para tomar una decisión.
Carolina Calkins es una de las jóvenes que tiene  las siliconas PIP, y  aunque no había tenido ninguna complicación en dos años llegó a asustarse porque su cirujana le advirtió que el gel que poseían las prótesis no era medico. Por tal razón    se hizo la ecografía mamaria  y aunque los  resultados fueron positivos y  su cuerpo esta en perfecto estado dijo: “si salían mal me las iba a cambiar por otras”.
Como ella hay muchas mujeres que se han puesto los implantes  por estética, y son conscientes que sí se presenta alguna complicación  deben financiarse el retiro, pues  el gobierno colombiano solo cubriría  los  casos donde haya ruptura  o aquellas cirugías que tuvieran  un fin reconstructivo. Igual el presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica Juan Santamaría dijo que  la siliconasPIP no son causantes de cáncer  y que  por esta razón solo aconsejaba  incrementar los controles semestrales.
Pero  Dominique Marininchi  jefe Seguridad Sanitaria de Productos de Salud de Francia no esta muy de acuerdo con esta sugerencia,   afirmó que lo más recomendable es retirar los implantes lo antes posible. «ningún elemento permite pensar que haya habido buenas prótesis PIP”. Absolutamente todas tienen un químico industrial que puede traer serias complicaciones para la salud.
La decisión esta  en manos de  pacientes  guiadas por  médicos que  dicen una cosa y  especialistas que dicen  otra, y aunque concuerdan en que las  prótesis  no son cancerígenas, nadie  les garantiza que este gel  no trae graves problemas para la salud.  Porque   privilegiadas  las mujeres que tienen el dinero para retirárselas y ponerse otras,  pero las que no lo tienen deben  decidir  a quien creerle.
Andrea Ortega Jiménez